Artículo: Las demandas de la juventud iraquí para un futuro más democrático deben ser atendidas con el diálogo, no con armas

 

En las últimas semanas, se han producido manifestaciones masivas sin precedentes en Bagdad y otras ciudades del centro y el sur de Iraq. Los manifestantes, en su mayoría jóvenes y mujeres, exigen demandas como una reforma económica y la mejora del acceso al empleo, unos mejores servicios públicos, una gobernanza equitativa e imparcial, el fin de la corrupción, unas elecciones transparente y legítimas y la reforma del sistema político, incluida la Constitución. Las manifestantes se han enfrentado a una represión securizada y a violaciones masivas de los derechos humanos (DDHH) cometidas por las fuerzas de seguridad y los grupos paramilitares.

 

Noviembre, 2019
Autor: Omar Daana

 

Organismos internacionales y Organizaciones de la Sociedad Civil denuncian contantes vulneraciones de DDHH

Varios organismos de DDHH, como la ONU, Amnistía Internacional y HRW, han informado sobre violaciones masivas de los DDHH y han documentado más de 330 muertos y más de 15.000 heridos por el gobierno y los grupos militantes. Estos han estado utilizando munición real, ametralladoras, granadas paralizantes, tanques antidisturbios y gases lacrimógenos de uso militar para intentar frenar las protestas pacíficas. Por otro lado, organizaciones que trabajan por la defensa de los DDHH también han denunciado, en varias ocasiones, el arresto de activistas y defensoras de DDHH, el cierre de Internet, la prohibición que periodistas y organizaciones de DDHH denuncien violaciones de derechos fundamentales y las restricciones en el ejercicio del derecho a la protesta y a la reunión pacífica.

En este sentido, grupos regionales de DDHH han emitido declaraciones exigiendo al gobierno iraquí la liberación inmediata de todos los manifestantes pacíficos, el respeto del derecho de acceso a la información (y a Internet), y la garantía de que las defensoras de los DDHH puedan ejercer su trabajo libremente y sin restricciones. Los actores de la sociedad civil iraquí en Bagdad han lanzado también una iniciativa para pedir la dimisión inmediata del gobierno actual y la formación de un gobierno interino no partidista, así como rendición de cuentas ante los casos de vulneración de DDHH. Al mismo tiempo, desde la sociedad civil de Irbil se ha pedido definir una hoja de ruta para reformar el sistema político en Irak.
 


A pesar de la excesiva represión por parte de las fuerzas de seguridad del Estado, los manifestantes utilizan estrategias creativas y acciones noviolentas, incluida la desobediencia civil, como formas de organización y movilización comunitaria.


 
Por su parte, la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Irak (UNAMI, por sus siglas en inglés) ha iniciado consultas con varias partes, agentes y autoridades, para confirmar el compromiso con el respeto de los DDHH, incluido la protección del derecho a la vida y el derecho de reunión pacífica y a la libertad de expresión. Además, ha emitido un llamamiento a las autoridades para que actúen con la máxima moderación frente a los manifestantes y ha solicitado la realización de investigaciones independientes e imparciales sobre las constantes violaciones de DDHH y tomar medidas contra los autores de violaciones de estos derechos fundamentales.

Más recientemente, en la 34ª revisión del EPU de la OACDH se ha debatido la situación de los DDHH de varios actores estatales y no estatales, haciendo un llamamiento para que las autoridades iraquís protejan a los manifestantes y respeten sus obligaciones internacionales en materia de DDHH.
 

 

Una reivindicación para la inclusión social y una gobernanza política realmente democrática

Los jóvenes quieren y reclaman más inclusión social y una gobernanza social y política democrática. A pesar del uso represivo de la fuerza por parte de los cuertpos de seguridad del Estado, los manifestantes utilizan estrategias creativas y acciones noviolentas, incluida la desobediencia civil, como formas de organización y movilización comunitaria.

Diferentes organismos de Irak, incluyendo los sindicatos de maestros, estudiantes, artistas, académicos, abogados, autoridades religiosas y ciudadanos iraquíes en la diáspora, están apoyando a los jóvenes en sus protestas y reivindicaciones.

A pesar de esto, los medios de comunicación dominantes están informando sobre los acontecimientos que se están desarrollando, sin hacer muchos análisis sobre las demandas del movimiento juvenil por una justicia social y económica.


Los jóvenes reclaman justicia social, una reforma económica, unos servicios públicos de calidad, una gobernanza equitativa e imparcial, el fin de la corrupción, unas elecciones transparente y legítimas y la reforma del sistema político, incluida la Constitución.


 
Según Ruba Ali al-Hassani, observador de Irak, los jóvenes piden un cambio estructural en el sistema de gobierno: «Si hay algo que une a los iraquíes es esto: la élite política corrupta, independientemente de su denominación, no los representa y no está invertida en el progreso político y social». El impulso actual de los jóvenes y de los militantes que toman conciencia de su marginación y que se ven potenciados por un nuevo sentido de pertenencia a una identidad colectiva, conduce a la confrontación y a la negociación entre la antigua estructura de los poderes sectarios y las nuevas exigencias de la ciudadanía por la justicia social.

Por su parte, Gailan Hamzah, activista de DDHH, ha expresado su temor ante el hecho que los manifestantes, activistas y defensoras de DDHH todavía tengan que enfrentarse a un punto de inflexión y a un futuro sombrío en la reivindicación de sus derechos, “este es un punto de inflexión para la libertad de expresión en Irak, y podríamos perder este derecho, ya que vemos que se utilizan las mismas tácticas usadas durante el régimen de Saddam, están llamando a las puertas de activistas para difundir miedo entre la gente».
 

El papel de las mujeres en la protesta pública

El movimiento de mujeres iraquíes está desempeñando un papel importante en las protestas. Las mujeres activistas participan activamente en la organización de las protestas públicas, dirigiendo el trabajo voluntario y la organización comunitaria, proporcionando asistencia médica a las manifestantes heridas, y poniendo las demandas de las mujeres en el frente político.

Según Amal Kabashi, coordinadora de la red de mujeres iraquíes, las mujeres activistas iraquíes están saliendo valientemente a la calle para exigir justicia social, «cantábamos por la igualdad, la democracia y la justicia. Nuestro objetivo es cambiar todo el sistema y construir una sociedad civil democrática que respete los derechos humanos».
 


Los manifestantes demuestran su resistencia, persistencia y compromiso con los medios de protesta pacíficos y la acción noviolenta.


 
Las activistas iraquíes han utilizado varias tácticas para expresar sus demandas, incluyendo acciones no violentas para ocupar el espacio público. Son muchas las historias que documentan el creciente número de jóvenes que se manifestaban exigiendo un cambio. Los manifestantes siguen demostrando su resistencia, persistencia y compromiso con los medios pacíficos y noviolentos utilizando las plataformas en línea, arte urbano y muralismo, voluntariado, deportes, entre otros enfoques, para enviar un mensaje de esperanza a favor de una sociedad mejor.